Para mí, la Playa de Zarautz es uno de esos sitios. Siempre que viajo por la Costa Vasca, hago una parada aquí: para pasear descalza por su arena infinita, para sentir la brisa fresca del Cantábrico o simplemente para sentarme frente al mar a dejar pasar las horas.

Con sus más de 2,5 kilómetros de longitud, Zarautz presume de ser la playa más extensa del País Vasco, y una de las más hermosas. Le dicen «La Reina de las Playas», y con toda razón. Aquí el paisaje cambia con las mareas: cuando baja el agua, el arenal parece infinito y puedes caminar hasta perderte entre pequeñas dunas, charcos y reflejos dorados. El ambiente es vibrante pero relajado. Desde los surfistas que cabalgan las olas –porque Zarautz es también uno de los destinos más míticos para el surf en Europa– hasta las familias que disfrutan de sus terrazas, sus paseos marítimos y los atardeceres que parecen pintados a mano.

Una de mis cosas favoritas es recorrer el malecón que bordea la playa, repleto de cafeterías, bares y restaurantes. Aquí puedes desayunar mirando al mar, tomarte un pintxo al mediodía o cenar mientras el sol se esconde tras el horizonte. Y si te gusta la naturaleza, no te pierdas el pequeño sendero que une Zarautz con Getaria, pasando junto al mar por un paisaje espectacular de acantilados y viñedos de txakoli. Es un paseo corto, de apenas 4 kilómetros, pero cada paso merece la pena.

Información útil:

• Ubicación: Zarautz, provincia de Guipúzcoa, País Vasco.
• Accesibilidad: Playa amplia, con accesos adaptados, duchas y servicios.
• Actividades: Surf, paddle surf, paseos, rutas en bicicleta, gastronomía local.