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Habitación: 5/5 | Comida: 5/5 | Servicio: 5/5 | Ambiente: 5/5

Se llama La Posada del Duratón, aunque más que una posada parece un parador

En la provincia de Segovia, tuve el placer de hospedarme en la Posada del Duratón, una joya enclavada en las proximidades del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Mi experiencia en este establecimiento fue, en general, muy positiva.

| Encanto Rústico y Comodidad

La posada está situada en un edificio histórico de piedra que ha sido cuidadosamente restaurado, conservando su esencia rústica. Las habitaciones son amplias y luminosas, equipadas con comodidades modernas como televisión, minibar y conexión Wi-Fi. Algunas incluso cuentan con jacuzzi, lo que añade un toque de lujo a la estancia.

| Gastronomía Tradicional

El restaurante del hotel ofrece una experiencia culinaria basada en la cocina castellana. Tuve la oportunidad de degustar el cordero asado, una especialidad de la casa, y quedé gratamente satisfecho. Además, el desayuno continental servido cada mañana es variado y abundante.

Entre sus platos destacan:

• Cordero asado, con un sabor y punto de cocción perfectos.
• Judiones de la Granja, ideales para los amantes de los guisos tradicionales.
• Postres caseros, como la tarta de queso y la leche frita, que ponen el broche de oro a una comida deliciosa

| Atención al Cliente

El personal de la posada se mostró atento y dispuesto a ayudar en todo momento. Desde el momento de la llegada, me sentí bienvenido y valoré las recomendaciones que me ofrecieron sobre actividades y lugares para visitar en la zona.

| Ubicación Privilegiada

La ubicación de la posada es ideal para quienes desean explorar el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Además, su cercanía a pueblos con encanto como Sepúlveda y Pedraza la convierte en una base perfecta para descubrir la región.