
GUÍAS POR ESPAÑA | Cáceres | Extremadura
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Llegar a Trujillo es entrar en un escenario que parece suspendido entre siglos. El viaje comienza mucho antes de poner un pie en su plaza mayor: ya desde la carretera, la silueta de la ciudad se recorta sobre la colina, con su castillo árabe dominando las alturas como un vigía eterno. El atardecer tiñe de oro sus murallas y torres, y uno entiende al instante que aquí cada piedra tiene algo que contar.

Al recorrer sus calles empedradas, el tiempo parece retroceder. Trujillo es un libro abierto de historia española: desde su pasado romano hasta el esplendor de los conquistadores que partieron hacia el Nuevo Mundo. Entre palacios renacentistas y casas solariegas, se siente el eco de familias que un día soñaron con horizontes lejanos.






La Plaza Mayor es un punto de encuentro y un corazón palpitante. Presidida por la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, conquista de inmediato al viajero con sus soportales, balcones de hierro forjado y la majestuosidad de la iglesia de San Martín. Aquí el tiempo se detiene en un café, mientras uno observa cómo la vida fluye con la calma de los pueblos que saben guardar su grandeza sin prisa.

Caminar hacia lo alto es perderse en un laberinto de murallas y callejuelas donde el aire trae aromas de piedra antigua y leyenda. El Castillo de Trujillo, erigido sobre restos musulmanes, regala desde sus almenas una de las vistas más impresionantes de Extremadura: un horizonte infinito de dehesas, campos abiertos y cielos que parecen no tener fin.





Pero Trujillo no es solo piedra ni memoria. Es también vida. Son sus plazas pequeñas donde los vecinos se saludan con cercanía, son los bares donde se degustan quesos y embutidos de la tierra, es ese vino local que acompaña al viajero mientras contempla cómo la luz del día se convierte en penumbra dorada.

Cada rincón de Trujillo parece invitar a detenerse, a mirar despacio. Desde la Alberca medieval, que aún guarda el reflejo de otros tiempos, hasta los palacios que exhiben orgullosos blasones en sus fachadas, todo parece susurrar al viajero que la belleza aquí no se impone: simplemente existe.

| Cuando la noche cae en Trujillo
Hay ciudades que se disfrutan de día, pero Trujillo guarda su secreto en la noche.
Cuando el sol se esconde y las primeras luces se encienden, la ciudad se transforma. Las fachadas de la plaza se tiñen de un dorado suave, los soportales proyectan sombras alargadas y la estatua de Pizarro vigila como un guardián de bronce en medio de un escenario mágico.

Pasear de noche por Trujillo es vivir una experiencia íntima: las calles vacías parecen contar historias en voz baja, las piedras húmedas reflejan la luz amarillenta de los faroles y cada rincón invita al recogimiento. El silencio, roto apenas por las conversaciones que brotan de alguna taberna, multiplica la belleza.


De noche, Trujillo no es monumental, es espectral, romántico y eterno. Es la prueba de que hay lugares que se disfrutan tanto bajo el sol como bajo las estrellas.
| Historia y curiosidades
Historia viva de Trujillo
Fundada por romanos, fortalecida por árabes y engrandecida por los Reyes Católicos, Trujillo se convirtió en cuna de conquistadores como Francisco Pizarro y Francisco de Orellana. Sus murallas, iglesias y palacios hablan de un esplendor que aún se respira en cada rincón. Pero más allá de las gestas, Trujillo guarda también un aire humano: la vida tranquila de sus plazas y la hospitalidad de su gente.
Curiosidades y leyendas de Trujillo
Entre sus curiosidades, destaca que aquí se han rodado series como Juego de Tronos, o que en sus palacios aún se conservan escudos heráldicos que hablan de linajes poderosos. Y hay una leyenda que cuenta que bajo sus calles existen pasadizos secretos que comunicaban palacios con templos y conventos.

Qué ver y hacer en Trujillo
- Plaza Mayor de Trujillo
Corazón palpitante de la ciudad, rodeada de palacios renacentistas y presidida por la estatua de Pizarro. Una de las plazas más bellas de España, donde conviene sentarse y simplemente contemplar. - Iglesia de San Martín de Tours
Con su nave gótica y su imponente presencia, guarda la imagen medieval de la Virgen de la Coronada. Una joya que respira espiritualidad. - Puerta de Santiago
Antiguo acceso de la muralla medieval, testigo de peregrinos y rodajes históricos. Cruzarla es como atravesar un umbral en el tiempo. - Iglesia de Santiago
Templo románico convertido en museo, custodia la figura del Cristo de las Aguas. Un rincón donde arte y devoción se abrazan. - Alcázar de Luis de Chaves el Viejo
Palacio fortificado del siglo XV, con la impronta de los Reyes Católicos. Sus muros cuentan historias de nobleza y defensa. - Mirador de las Monjas
Un alto con olivos desde donde se contempla Trujillo en todo su esplendor: la Plaza Mayor, el Castillo y los tejados rojizos al atardecer. - Castillo de Trujillo
Fortaleza árabe del siglo IX, con sus torres y aljibes. Desde lo alto, la ciudad se extiende como un tapiz de historia. - Casa-Museo Pizarro
Lugar natal del conquistador. Su museo nos recuerda el vínculo de Trujillo con el Nuevo Mundo y sus luces y sombras. - Iglesia de Santa María la Mayor
Impresionante templo con retablo flamenco de 25 tablas. Subir a su torre es un regalo para los ojos y el espíritu. - La Alberca (aljibe romano)
Vestigio romano que habla del ingenio antiguo para domar el agua. Un rincón humilde y fascinante. - Plazuela de los Descalzos
Pequeña plaza cargada de serenidad, junto al convento franciscano. Una pausa íntima en medio de tanta grandeza. - Muralla de Trujillo
Círculo de piedra que protege el corazón antiguo. Pasear junto a ella es escuchar los ecos de batallas y rezos.
| Gastronomía en Trujillo
Comer en Trujillo es un viaje en sí mismo. Quesos, embutidos, carnes a la brasa, migas extremeñas… todo sabe a tierra y tradición. Recomiendo dejarse llevar por las tabernas de la plaza o los restaurantes escondidos en las calles empedradas. El vino de la región acompaña con orgullo cada plato.
| Excursiones recomendadas desde Trujillo
Visitar Trujillo es ya un regalo, pero su ubicación privilegiada en Extremadura lo convierte en un punto de partida ideal para descubrir más tesoros cercanos.
- Cáceres: a apenas 45 minutos, se alza otra joya monumental, Patrimonio de la Humanidad. Su casco histórico medieval es uno de los mejor conservados de Europa, un escenario perfecto para perderse entre murallas y palacios.
- Guadalupe: un pueblo que respira espiritualidad y belleza. El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad, guarda siglos de historia, arte y devoción. Llegar hasta allí es recorrer carreteras que cruzan montañas y bosques donde el tiempo parece ralentizarse.
- Parque Nacional de Monfragüe: un santuario natural donde el río Tajo se abre paso entre riscos y bosques. Desde sus miradores se puede contemplar el vuelo majestuoso de buitres leonados, águilas y hasta el esquivo alimoche. Para quienes buscan naturaleza y silencio, este es un destino imprescindible.
- Mérida: algo más lejos, pero inolvidable. La antigua Emerita Augusta conserva uno de los conjuntos romanos más impresionantes de España: teatro, anfiteatro, acueductos… una ciudad donde Roma sigue viva.
- Berzocana: un pequeño tesoro escondido en Las Villuercas. Pasear por sus calles tranquilas es descubrir un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Su iglesia parroquial de San Juan Bautista, de origen gótico y con un aire sobrio y majestuoso, guarda entre sus muros un encanto sereno, reflejo de la espiritualidad que impregna este rincón de Extremadura.
Explora y descubre
Real Monasterio de Guadalupe: guía completa para visitar uno de los lugares más históricos del mundo
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Leer másAsí, Trujillo no es solo un destino monumental y vivo, sino también la puerta de entrada a un viaje más amplio, donde historia, naturaleza y espiritualidad se entrelazan en un mapa que invita a recorrer Extremadura con calma.
Guía rápida de Trujillo: preguntas y respuestas para tu viaje
Si estás pensando en visitar Trujillo, una de las joyas históricas de Cáceres, aquí tienes una guía rápida en formato preguntas y respuestas. Perfecta para resolver dudas antes de tu viaje y aprovechar al máximo tu visita.
¿Por qué visitar Trujillo?
Porque es una de las ciudades más monumentales de España, con una Plaza Mayor que parece un decorado histórico, palacios renacentistas, iglesias, murallas y un castillo medieval que regala vistas únicas.
¿Cuál es el mejor momento para ir a Trujillo?
La primavera y el otoño son ideales por el clima suave. Además, en primavera se celebra la Feria Nacional del Queso, uno de sus eventos más famosos.
¿Cuánto tiempo necesito para conocer Trujillo?
Con un día puedes recorrer los principales lugares, pero lo ideal es quedarse una noche para disfrutar de la ciudad iluminada y su ambiente nocturno.
¿Qué platos típicos debo probar?
Las migas extremeñas, la caldereta de cordero y, por supuesto, el jamón ibérico de bellota. Todo acompañado de vinos locales de excelente calidad.
¿Dónde están las mejores vistas de Trujillo?
Desde el Castillo de Trujillo, en lo alto de la ciudad, y desde el Mirador de las Monjas. Ambos ofrecen panorámicas que merecen la subida.
¿Qué relación tiene Trujillo con América?
Es cuna de conquistadores como Francisco Pizarro y Francisco de Orellana. Esa huella histórica está presente en monumentos, museos y palacios de la ciudad.
¿Es fácil recorrer Trujillo a pie?
Sí, el casco histórico es compacto. Eso sí, prepárate para calles empedradas y cuestas: parte de su encanto.
¿Cuáles son las visitas imprescindibles en Trujillo?
La Plaza Mayor, el Castillo, la Iglesia de Santa María la Mayor, la estatua ecuestre de Pizarro y los palacios renacentistas que rodean la plaza.
¿Qué curiosidades tiene Trujillo?
- Su Plaza Mayor ha sido escenario de rodajes como Juego de Tronos.
- La estatua de Pizarro fue fundida en Nueva York.
- Sus murallas medievales aún guardan secretos de batallas y leyendas.
¿Hay excursiones recomendadas cerca de Trujillo?
Sí: Guadalupe y su monasterio, Cáceres capital, el Parque Nacional de Monfragüe para los amantes de la naturaleza, y pueblos con encanto como Berzocana.
| Cómo llegar a Trujillo
Trujillo se encuentra en el corazón de Extremadura, a medio camino entre Cáceres y Mérida.
- En moto: la opción más libre y emocionante, disfrutando de carreteras secundarias que cruzan dehesas y paisajes abiertos que ya son un viaje en sí mismos.
- En coche: desde Madrid se llega por la A-5 en unas 3 horas y media. Desde Cáceres apenas media hora.
- En autobús: varias compañías conectan Trujillo con Madrid, Cáceres y Mérida.
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MAPA– Qué ver y hacer en Trujillo
Cómo llegar a Trujillo
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Trujillo no es solo monumental, es íntima. Una ciudad que se ofrece al viajero con la grandeza de su historia y la calma de sus plazas, donde cada rincón invita a detenerse y escuchar lo que las piedras aún tienen por decir.
-SUKI








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