A veces no hace falta irse muy lejos para sentir que estás descubriendo un mundo nuevo. Eso me pasó la primera vez que rodé por Las Merindades. Un rincón del norte de Burgos que, aunque muchos aún no conocen, guarda carreteras mágicas, pueblos que parecen salidos de una novela y un silencio que se disfruta a cada kilómetro.

Esta ruta es para quienes buscan curvas suaves, paisajes que te roban palabras y esa sensación de libertad que solo da viajar en moto.

Espinosa de los Monteros → Puentedey → Ojo Guareña → Orbaneja del Castillo → Frías → Tobera → Medina de Pomar → Espinosa

• Kilómetros: 145 km aprox.
• Duración: 1 día completo (ideal para disfrutar con paradas)
• Nivel: Medio – Perfecta para turismo tranquilo con curvas agradables

1. Espinosa de los Monteros
   Punto de partida ideal. Pueblo de historia militar y paisajes verdes. Cafecito en la plaza para arrancar bien el día.
2. Puentedey
   Uno de los pueblos más bonitos de España. Su puente natural de roca es una auténtica maravilla. Parada obligada.
3. Ojo Guareña
   Un complejo kárstico inmenso. La Ermita de San Bernabé en la roca parece sacada de un cuento.
4. Orbaneja del Castillo
   Quizá el pueblo más fotogénico de Burgos. Cascada en mitad del pueblo, casas colgadas… no hay nada igual.
5. Frías
   La ciudad más pequeña de España. Impresionante castillo y vistas alucinantes desde el puente medieval.
6. Tobera
   Un rincón secreto. Puente romano, cascadas y una ermita entre la vegetación. Pequeño, mágico.
7. Medina de Pomar
   Última parada antes de regresar. Castillo, casco antiguo, buen lugar para comer algo y estirar piernas.

• Casa Pilar (Frías) – Cocina tradicional, trato cálido.
• Mesón de Frías – Ideal para cordero y platos castellanos.
• Bar El Puente (Puentedey) – Bocatas con vistas al puente natural.
• Restaurante Abadía (Medina de Pomar) – Perfecto para un menú del día completo y casero.

• Lleva ropa de entretiempo incluso en verano (hay zonas de montaña y sombra).
• Llévate prismáticos: Las Merindades están llenas de aves rapaces.
• Haz muchas paradas. No es una ruta para correr, sino para vivirla despacio.
• Madruga: los amaneceres en los desfiladeros son de los que no se olvidan.