
No sé si fue el sonido de las campanas al llegar o ese aire limpio que corre desde la sierra, pero en Astorga sentí que el viaje cobraba otro sentido. A veces pasa. Llegas a un sitio sin demasiadas expectativas y, sin darte cuenta, te atrapa. Te abraza. Te deja pensando en volver antes de marcharte. Astorga fue eso para mí.
Llegué en moto, como siempre, sin prisa pero con la cabeza llena de curvas y paisajes. Venía siguiendo parte del Camino de Santiago, no como peregrina, sino como observadora. Y me encontré con una ciudad pequeña, pero con un alma gigante.
Astorga tiene historia bajo cada paso
Caminar por Astorga es como leer un libro antiguo con tapas de cuero y letras doradas. Cada rincón guarda una historia, y lo que no se ve, se intuye. Fue romana, y de esa época aún quedan las murallas, restos de termas, la Ergástula… Imaginar las legiones pasando por aquí impresiona. Y fue maragata, orgullosa y resistente.

Asturica Augusta
Tras las huellas de Roma en Astorga
Hay ciudades que guardan secretos bajo sus adoquines, y otras que los muestran con orgullo. Astorga es de las segundas. Fundada como campamento militar romano en el siglo I a.C., Asturica Augusta fue mucho más que una fortaleza, fue nudo estratégico de la Vía de la Plata y epicentro del comercio de oro extraído de Las Médulas.
¿Qué no te puedes perder si quieres sentir la esencia romana de Astorga?
- Domus del Mosaico del Oso y los Pájaros
Una antigua casa romana parcialmente conservada, con mosaicos originales que te harán detener el paso. Una ventana al lujo cotidiano de la época imperial. - Murallas Romanas
Aún en pie tras casi dos mil años, abrazan el casco histórico. Puedes pasear sobre ellas y dejar volar la imaginación: legiones, comerciantes, el bullicio de una ciudad viva. - Museo Romano de Astorga
Imprescindible para entender la magnitud de Asturica Augusta. Piezas originales, monedas, utensilios y explicaciones claras y visuales. - Ruta por las cloacas romanas (visita guiada)
Uno de los tesoros menos conocidos y más fascinantes. La red de saneamiento romana bajo tus pies. Consulta en la Oficina de Turismo para reservar.
«Si las piedras hablaran… en Astorga susurran en latín.»
Pero no hace falta ser experta en historia para disfrutarla. Basta dejarse llevar por las calles empedradas, por la plaza mayor con su reloj animado, o por las fachadas que te hablan de siglos pasados mientras tomas un café al sol.









Y de pronto… aparece Gaudí
Sí, Gaudí en Astorga. Y no es un error. Cuando vi por primera vez el Palacio Episcopal, me quedé quieta. Literalmente. Fue como si alguien hubiese plantado un castillo de cuento en medio de la ciudad. Sus torres, sus arcos, esa piedra que cambia de color con la luz… parecía magia.
Gaudí lo construyó para el obispo de la ciudad, pero nunca llegó a vivir allí. Hoy alberga el Museo de los Caminos y es una de las joyas menos conocidas del genio catalán. Por dentro es igual de fascinante que por fuera: vidrieras, escaleras que flotan y un aire de misterio que te acompaña todo el recorrido.




Qué ver, qué hacer, qué saborear
Astorga se saborea, y no solo por su historia. Aquí nacen los mantecados, la cecina de sabor intenso, y por supuesto, el cocido maragato. Pero cuidado, aquí se come al revés: primero la carne, luego los garbanzos y la sopa al final. Un ritual que hay que vivir al menos una vez en la vida.
No te pierdas:
- La Catedral de Santa María: imponente, preciosa, con un interior que sorprende.
- El Museo del Chocolate: dulce y nostálgico.
- El Museo Romano y la Ruta Subterránea: para sentir la historia bajo tus pies.
- Callejear sin rumbo: lo mejor es dejarse perder un rato.
Dónde comer:
- Restaurante Serrano: elegante, tradicional, sabroso.
- Casa Maragata: cocido maragato de los que te hacen sonreír con cada cucharada.
- La Peseta: de esos lugares con alma y buen trato.
Dónde dormir:
- Hotel Spa Ciudad de Astorga: descanso asegurado.
- Casa de Tepa: dormir entre historia.
- Hostal Coruña: sencillo y bien situado.
Ruta en moto: de Astorga a los valles del Bierzo
Si te gusta la moto tanto como a mí, estás en el lugar perfecto. Desde Astorga puedes trazar una ruta espectacular hacia Ponferrada y El Bierzo, pasando por algunos de los tramos más bonitos de la montaña leonesa.
Itinerario recomendado:
- Astorga
- Rabanal del Camino – piedra, paz y peregrinos
- Cruz de Ferro – momento para parar, respirar y mirar
- Molinaseca – puente romano y vermut al sol
- Ponferrada – Castillo templario, historia viva
- Villafranca del Bierzo – sabor, belleza y calma
Datos de la ruta:
Kilómetros: aprox. 90 km
Carreteras: secundarias, buen asfalto, paisajes que te roban el aliento
Duración: medio día a ritmo relajado
Repostaje: sin problema en Ponferrada y Astorga
PlanIfica tu ruta
MAPA- Ruta en Moto por León
Cómo llegar a Astorga
Astorga está bien comunicada por la A-6 si vienes en coche o moto desde León, Lugo o Ponferrada. Pero si puedes elegir, ven por alguna de las carreteras secundarias: la LE-142 o la N-VI desde La Bañeza te regalan vistas que bien valen unos minutos más de viaje.
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