Si eres amante del vino, de los paisajes infinitos entre viñedos y de las escapadas con alma, esta propuesta es para ti. Hoy te propongo una Ruta del Vino con parada especial en una de las bodegas más elegantes y cuidadas de la Ribera del Duero: la Bodega Áster, en Anguix (Burgos).

Como amante del vino y del mototurismo, pocas cosas me emocionan tanto como una ruta entre viñedos, curvas suaves y paisajes bañados por el sol de Castilla. Hoy te traigo una experiencia que combina todo eso en un destino imprescindible: la Bodega Áster, en plena Ribera del Duero burgalesa.

La Bodega Áster: excelencia, elegancia y terruño

Situada cerca de Anguix, en Burgos, esta bodega del Grupo La Rioja Alta S.A. es un templo para quienes buscan vinos elegantes, complejos y con alma. Áster nace del sueño de elaborar un Ribera del Duero que respire nobleza y frescura. Su arquitectura contemporánea se funde con el paisaje, y su vino, especialmente el Áster Finca El Otero, habla del tiempo, del mimo y de la tierra.

Visita a la bodega: experiencia completa

Puedes reservar visitas guiadas en las que conocerás el proceso completo de vinificación, recorrerás la sala de barricas, catarás sus vinos y, si tienes suerte, charlarás con algún enólogo que te hable de su pasión. Todo en un ambiente íntimo, cuidado y muy profesional.

Vino estrella: Áster Finca El Otero, profundo, elegante y con carácter.
Consejo: reserva online con antelación para una visita más personalizada.

La carretera N-122 es la arteria de esta ruta enoturística, bordeada de viñedos y pueblos con encanto. Desde Burgos recorrerás un trayecto de unos 100 km con paradas que valen tanto por su historia como por su gastronomía:

1. Burgos – Punto de partida con desayuno castellano.
2. Lerma – Parada obligada en su Plaza Mayor y sus conventos.
   Recomendación: tapeo en el Parador o lechazo en “Casa Brigante”.
3. Aranda de Duero – Capital vinícola subterránea.
   Qué ver: sus bodegas medievales, el Puente Romano, la iglesia de Santa María.
4. Anguix – Llega a Bodega Áster, una joya vinícola entre colinas.

• Dónde comer:
  • Asador Nazareno (Roa) – Tradición en estado puro.
  • Casa Florencio (Aranda de Duero) – Perfecto maridaje con platos locales.
  • La Casona de La Vid – Cocina fusión y entorno precioso.
• Dónde dormir:
  • Hotel Spa Tudanca Aranda – Perfecto para un fin de semana vinícola.
  • Hotel Convento Las Claras (Peñafiel) – Encanto histórico entre viñas.
  • Hotel Montermoso – Confort accesible a pie de carretera.

Viajar a través del vino es viajar despacio, con los sentidos abiertos y el alma dispuesta. Esta ruta por la Ribera del Duero, y en especial la visita a Bodega Áster, ha sido una experiencia que une placer, paisaje y cultura. Perfecta para quienes recorremos el mundo en moto, copa en mano, sin prisa.

En cualquier ruta vinícola, la experiencia no termina en la copa. Te animo a saborear con calma, a pasear entre viñedos, visitar bodegas sin reloj y, sobre todo, a dejar la conducción para después de un buen descanso. El enoturismo no es solo degustar, sino conocer, aprender y disfrutar del entorno.

Si has venido en moto o coche, lo mejor es alojarte en la zona y aprovechar para vivir el paisaje al amanecer o al atardecer, cuando los viñedos cambian de color y el silencio se convierte en protagonista.

Porque el mejor maridaje del vino… es la conciencia tranquila.