Hay lugares que te hacen sentir diminuta y, al mismo tiempo, parte de algo inmenso. Así es como me sentí al caminar sobre los Flysch de Zumaia, en pleno corazón de la costa guipuzcoana. No solo estás ante un paisaje espectacular que parece sacado de otro planeta, sino también frente a un auténtico libro de historia geológica que se abre ante tus pies.

Los flysch son formaciones rocosas sedimentarias que se han ido acumulando en capas, una sobre otra, durante más de 60 millones de años. En la costa vasca, especialmente entre Zumaia, Deba y Mutriku, estas capas han quedado al descubierto por la acción del mar, creando una especie de «milhojas de piedra» que guardan el relato del paso del tiempo, incluyendo huellas de extinciones masivas y cambios climáticos.

Lo increíble es que aquí puedes caminar literalmente sobre la historia de la Tierra, pisando rocas que se formaron cuando los dinosaurios aún caminaban por el planeta.

El primer impacto visual es brutal. Los acantilados parecen cuchillas de piedra que se sumergen en el Cantábrico, creando un juego de luces, sombras y texturas impresionante, sobre todo con la luz dorada del atardecer.

La playa de Itzurun, justo al lado del casco antiguo de Zumaia, es uno de los mejores lugares para contemplarlos. Arena dorada, olas rompientes, y al fondo, los flysch desafiando al tiempo. No es casualidad que aquí se hayan rodado escenas de Game of Thrones (sí, Rocadragón es esto y más).

Zumaia es un lugar pequeño pero lleno de encanto, perfecto para pasar un día (o dos) entre naturaleza, cultura y buena gastronomía.

• Paseo por la playa de Itzurun: Ideal con marea baja para caminar sobre los flysch.
• Centro de Interpretación Algorri: Aquí puedes entender la formación geológica del flysch con maquetas y audiovisuales.
• Ruta del Flysch: Desde Zumaia hasta Deba, un sendero espectacular que bordea los acantilados. Puedes hacer solo un tramo o animarte con los 13 km de ruta.
• Iglesia de San Pedro: Gótica y robusta, con vistas increíbles.
• Mirador de San Telmo: Una ermita colgada sobre los acantilados y uno de los spots más fotogénicos de la costa vasca.

• Restaurante Bedua (Zumaia): Casona rústica con comida vasca tradicional. El txuletón es de otro mundo.
• Barruko Benta (entre Zumaia y Deba): Perfecto para parar durante la ruta.
• Pikua (Mutriku): Vistas al mar y pescados del día.

Porque pocas veces tienes la oportunidad de caminar sobre el tiempo, de sentir que estás en un escenario natural donde cada piedra tiene millones de años de historia. Zumaia no es solo un paisaje bonito, es un lugar que te conecta con la Tierra de una forma profunda.

Si eres amante de la naturaleza, la geología, la fotografía o simplemente quieres vivir una experiencia diferente y mágica, este rincón del País Vasco te va a conquistar.

Explorar esta zona en moto es una auténtica delicia. Las carreteras costeras entre Zumaia, Deba y Mutriku ofrecen curvas suaves, vistas de vértigo y ese aroma a salitre que se cuela bajo el casco. Si te gusta el mototurismo tanto como a mí, esta ruta lo tiene todo: mar, montaña, buen asfalto y paradas con mucho encanto.

Mutriku – Desde Deba toma la GI-638 bordeando la costa. El tramo entre los acantilados y el mar es corto, pero intenso. Mutriku te recibe con su puerto de aire marinero y opciones perfectas para terminar el día con una buena cena de pescado.

Zumaia – Arranca la jornada con café en el casco antiguo y una visita a la playa de Itzurun. El parking junto al faro es perfecto para dejar la moto mientras te das un paseo por los flysch.

Carretera GI-638 hacia Deba – Uno de mis tramos favoritos. Miradores, caseríos y tramos entre acantilados que te regalan panorámicas increíbles. ¡Paradas obligatorias para fotos!

Deba – Buen sitio para estirar las piernas, visitar la playa y almorzar algo rico. Las terrazas junto al río son muy agradables.

Descubre los acantilados más impresionantes de Euskadi sobre dos ruedas