Hay lugares que parecen mágicos por lo inesperado, por lo que esconden o por cómo sorprenden al alma… y la Playa de Gulpiyuri es uno de ellos. En pleno campo asturiano, rodeada de verdes praderas, aparece esta pequeña joya: una playa sin mar a la vista, que respira con las mareas del Cantábrico a través de una cueva submarina. Un rincón tan especial que te hace detenerte y sonreír.

Mi experiencia personal

La primera vez que visité Gulpiyuri no sabía bien qué esperar. Había oído hablar de esta pequeña playa escondida tierra adentro, pero lo que encontré superó cualquier descripción. Llegamos tras una caminata corta por un sendero de hierba desde el aparcamiento cercano. De pronto, entre el paisaje rural, una media luna de arena fina y dorada, abrazada por paredes de roca y vegetación. El sonido del oleaje llegaba misteriosamente… sin ver el mar.

La magia está en la cueva kárstica subterránea que conecta con el mar Cantábrico. Cuando la marea sube, el agua fluye por esta cueva y la playa se llena, permitiéndote bañarte en sus aguas saladas en medio del campo. En marea baja, el agua apenas cubre la arena, y la playa se transforma en una especie de piscina natural.

Consejos para disfrutarla al máximo

• Lo más importante: consulta el horario de mareas. Si quieres verla con agua y sentir ese efecto único del mar escondido, es imprescindible ir en marea alta.
• Evita las horas punta del verano. Al ser pequeña (apenas 40 metros de longitud), se llena rápido. Las primeras horas del día o el atardecer son ideales.
• No está permitida la acampada ni dejar residuos. Ayudemos a mantener este paraíso limpio.

Recomiendo parar a comer en Casa Poli (Naves), un restaurante tradicional asturiano con platos abundantes y excelente fabada. También cerca, El Chiringuito de San Antolín, ideal si buscas algo más informal con vistas al mar.

Qué ver cerca

• Playa de San Antolín: ideal para surfear o pasear, está a pocos minutos.
• Llanes: uno de los pueblos más bonitos de la costa asturiana.
• Bufones de Pría: formaciones rocosas donde el mar sopla con fuerza por los acantilados, un espectáculo natural increíble.
• Cueva del Queso de Cabrales (en Arenas de Cabrales): si quieres una excursión de media jornada.