
Zugarramurdi, un pequeño pueblo en los Pirineos navarros, ha sido escenario de historias oscuras y místicas, envueltas en leyendas de brujas y aquelarres. En mi más reciente viaje en moto, recorrí estas carreteras serpenteantes que parecían susurrar secretos antiguos. A medida que me acercaba a la Cueva de las Brujas, la niebla cubría los montes como un velo, añadiendo un aire inquietante a la atmósfera.
En este lugar, en el siglo XVII, se desarrolló uno de los episodios más conocidos de la caza de brujas en España. El 7 de noviembre de 1610, 53 personas fueron procesadas en un juicio de la Inquisición en Logroño, acusadas de brujería. Once de ellas fueron condenadas a morir, y seis fueron quemadas en la hoguera. Este acontecimiento marcaría la historia del pueblo para siempre.

Al caminar por las cuevas y sentir el eco de mis pasos, traté de imaginar aquellos días oscuros, cuando las creencias en lo sobrenatural llevaron a la muerte a miles de personas. Se decía que las brujas de Zugarramurdi se reunían aquí para celebrar aquelarres, ceremonias satánicas en las que bailaban con el demonio. La Cueva, situada en un paraje natural impresionante, tiene un arroyo que fluye en su interior y se dice que las brujas lo usaban para realizar sus ritos y pactos con el maligno.




Historia de las Brujas de Zugarramurdi
María de Ximildegui es uno de los nombres más recordados en la trágica historia de las brujas de Zugarramurdi, vinculada a los juicios que marcaron este pequeño pueblo navarro en el siglo XVII. Su vida y la de muchas otras mujeres terminaron atrapadas en una espiral de acusación, supersticiones y torturas que acabaron con algunas de ellas en la hoguera.
En 1610, María, originaria de Zugarramurdi, fue acusada de brujería por varios vecinos y, bajo el peso del miedo y la tortura, confesó haber participado en aquelarres. Estos rituales, supuestamente celebrados en la famosa Cueva de Zugarramurdi, se describían como reuniones donde las brujas se entregaban al demonio, bailaban, celebraban banquetes y cometían actos sacrílegos. María declaró haber formado parte de este círculo de brujas que se reunían en las noches para adorar al maligno, y sus testimonios se utilizaron como prueba para acusar a otras personas del pueblo.
Las confesiones obtenidas bajo tortura fueron la base del juicio de Logroño, uno de los más grandes procesos de la Inquisición en España. Junto a María, otras 52 personas fueron acusadas de brujería, y 11 fueron condenadas a la hoguera. Entre ellas estaban Graciana de Barrenechea, Juana de Arburu y María de Arburu, mujeres que también fueron señaladas como participantes del aquelarre de Zugarramurdi. Se decía que, junto a María, eran figuras clave en los ritos que se llevaban a cabo en las cuevas, donde practicaban magia negra, volaban por los aires y transformaban en animales.
El proceso en Logroño se convirtió en un espectáculo público, con las ejecuciones programadas para castigar y escarmentar a aquellos que se desviaran de la fe. Las seis personas que fueron quemadas en la hoguera, incluidas María de Ximildegui y sus compañeras, se convirtieron en símbolos de la brutalidad de la caza de brujas.
Sin embargo, años más tarde, la Inquisición comenzó a reconsiderar los juicios por brujería y llegó a la conclusión de que muchas de las acusaciones en Zugarramurdi habían sido falsas o exageradas. María de Ximildegui, al igual que las otras mujeres que murieron, probablemente fue una víctima más del miedo colectivo y la paranoia religiosa que impregnaban la época.
La Última Quema de Brujas en España
Tras el juicio de Zugarramurdi en 1610, donde seis personas fueron ejecutadas, la Inquisición española se mostró mucho más cauta en los casos de brujería. A partir de entonces, las acusaciones de brujería fueron tratadas con mayor escepticismo y no se volvieron a quemar brujas en España. Esto contrasta con el resto de Europa, donde los juicios y ejecuciones por brujería continuaron durante siglos, cobrando más de 60.000 víctimas.

ZUGARRAMURDI
CUEVA DE LAS BRUJAS
El origen de la leyenda: María Ximildegui y los aquelarres.
Lo más sobrecogedor fue la sensación de que me dejó la Cueva de Zugarramurdi, un lugar que alberga no solo leyendas, sino también un dolor real, el de aquellos que fueron perseguidos injustamente. Hoy, el Museo de las Brujas, cercano al sitio, busca mantener viva la memoria de estas víctimas y reflexionar sobre el miedo y la intolerancia que marcaron una de las épocas más oscuras de la historia de España.

ZUGARRAMURDI
MUSEO DE LAS BRUJAS
Visita el Museo de las Brujas en Zugarramurdi y descubre el proceso inquisitorial del S. XVII a través de audiovisuales y escenografías interactivas. Este espacio busca preservar la memoria histórica de las personas víctimas de la «caza de brujas», alejándose de estereotipos y mostrando cómo era la vida en la sociedad vasca de la época. Además, explorarás mitología, plantas medicinales y rituales ancestrales, con figuras como Mari y Aker, en un homenaje apasionante y riguroso a las historias detrás de la leyenda.
Viajar hasta Zugarramurdi no es solo un viaje físico, es una inmersión en la historia más oscura y en los mitos que aún hoy rodean el lugar.
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Cómo llegar a Zugarramurdi
En moto : Zugarramurdi está situado en el norte de Navarra, muy cerca de la frontera con Francia. Desde Pamplona, se puede llegar en aproximadamente una hora y media, siguiendo la carretera
N-121-A hacia el norte y luego tomando la
NA-4400 . Si vienes desde San Sebastián, la ruta más directa es por la
GI-636 hasta el cruce con la
NA-4400 . Hay un aparcamiento habilitado cerca de la cueva, aunque en épocas de alta demanda, como el verano, puede llenarse rápidamente.
Coordenadas GPS : Para llegar fácilmente, puedes introducir estas coordenadas en tu navegador GPS:
43.2833° N, 1.5167° W.








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