

El Sepulcro de Sancho VII el Fuerte
Un Monumento a la Historia de Navarra
En la pequeña pero emblemática localidad de
Roncesvalles , donde la historia se funde con el mito en cada rincón, encontramos uno de los tesoros medievales más significativos de Navarra: el sepulcro de Sancho VII el Fuerte . Este monumento funerario, que hoy se encuentra en la capilla de San Agustín , es testimonio del poder, la leyenda y la fascinante figura de uno de los personajes más icónicos del Reino de Navarra. Acompáñanos a descubrir la historia de este rey imponente y el legado que perdura a través de su sepulcro.
Historia
Una Historia Accidentada
Originalmente, el sepulcro de Sancho VII el Fuerte se encontraba en un lugar destacado dentro de la iglesia de Roncesvalles. En su época, este sepulcro se alzaba como un monumento monumental en medio de la iglesia, próximo a la reja del presbiterio y acompañado por una figura de madera de su esposa Clemencia . Según descripciones antiguas, «tenía la sepultura real alrededor, dentro de las rejas, muchas figuras de bulto, de ángeles, de clérigos y religiosos, ya consumidas y llorosas», una escena que evocaba tanto el duelo como la gloria del rey.
Sin embargo, el destino del sepulcro no fue sencillo. Durante las reformas del siglo XVII , el sepulcro original fue trasladado, y en ese proceso, la losa se partió, quedando enterrada y perdida durante siglos. No fue hasta 1890 que, gracias a los registros que se habían conservado sobre su ubicación, la pérdida fue redescubierta. Posteriormente, fue restaurada y finalmente recolocada en 1912 , coincidiendo con el aniversario de la batalla de Las Navas de Tolosa , un evento histórico crucial en la vida de Sancho el Fuerte.
El retrato de un Rey Imponente
La estatua yacente de Sancho VII el Fuerte impresiona tanto por su tamaño como por los detalles de su representación. El rey aparece en una posición que refleja poder y solemnidad, una imagen destinada a perpetuar su legado como un monarca robusto y decidido. La estatua mide 2,25 metros de altura desde la corona hasta los pies, lo que no solo refleja la fortaleza física por la que era conocida, sino también la importancia simbólica que tenía como protector del reino. De hecho, estudios antropométricos realizados a partir del fémur del rey sugieren que Sancho podría haber medido entre 2,22 y 2,31 metros , lo que explicaría su apodo: «el Fuerte» .
El monarca está representada con una corona , portando un manto amplio que sostiene sobre el codo derecho, y está armada con espada y espuelas, elementos que simbolizan tanto su realeza como su condición de guerrero. Uno de los detalles más fascinantes de la escultura es la posición de sus piernas, que aparecen cruzadas . Esta postura no es rara en las sepulturas góticas, y tiene una larga tradición en la escultura funeraria, particularmente en Inglaterra, donde se asociaba a caballeros que murieron sin haber cumplido su voto de participar en las cruzadas .
En el caso de Sancho, esta postura tiene un significado más amplio: transmite la nobleza y la valentía del rey. Además, a diferencia de muchas otras esculturas yacentes donde el caballero sostiene la espada con determinación, aquí el rey reposa su mano izquierda sobre la vaina , mientras que la mano derecha la lleva al corazón , sujetando con un dedo el fiador del manto. Esta diferencia podría indicar una intención más introspectiva y espiritual, quizás como un gesto de humildad o de devoción. Algunos expertos creen que esta influencia podría deberse a un escultor inglés, ya que existen notables similitudes con obras de ese origen, aunque también encontramos ejemplos similares en Castilla hacia el último tercio del siglo XIII.


Un Testimonio de Poder y Leyenda
El sepulcro de Sancho VII el Fuerte no es solo una obra de arte medieval, sino también un recordatorio de un personaje histórico fundamental para la historia de Navarra y de la península ibérica.
Sancho VII fue un rey conocido por su participación en la
batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, una victoria decisiva en la
Reconquista que fortaleció la posición de los reinos cristianos frente al poder musulmán en al-Ándalus.
Sancho VII también es recordado por su singular estatura y fuerza física, características que lo convirtieron en una figura casi legendaria en su época. Los poemas y relatos de la época ensalzan su valentía y poder, aspectos que se han querido inmortalizar en su sepulcro. No es casualidad que este monumento se haya restaurado con motivo del centenario de Las Navas de Tolosa, un símbolo del papel crucial que jugó Sancho el Fuerte en la historia de su reino y de toda la península.
Las Cadenas de Navarra
En el sepulcro de Sancho VII el Fuerte, destacan unas cadenas que tienen un profundo significado histórico. Estas cadenas no son simplemente un elemento decorativo; son un símbolo del papel crucial que jugó el rey navarro en la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, un hito decisivo en la Reconquista.
Durante esa épica batalla, Sancho el Fuerte lideró a sus tropas en un ataque contra las fuerzas almohades. El rey y sus hombres lograron romper las cadenas que rodeaban el campamento del líder musulmán, el califa al-Nasir, asegurando la victoria para los ejércitos cristianos. Estas cadenas se convirtieron en un emblema del triunfo y la valentía del monarca, y en un símbolo de liberación frente al poder almohade.
Las cadenas, representadas en el sepulcro, se integraron posteriormente en el escudo de Navarra, consolidándose como un símbolo de la resistencia y la fortaleza del reino. Así, quienes visitan el sepulcro de Sancho el Fuerte se encuentran no solo ante la tumba de un rey, sino ante un testimonio palpable de uno de los momentos más importantes de la historia navarra, en el que la valentía y la determinación cambiaron el curso de la Reconquista.


Colegiata de Santa María de Roncesvalles
Iglesia de Santa María de Roncesvalles
Un lugar de especial significado para los peregrinos del Camino de Santiago y un tesoro del arte medieval que merece una visita atenta.
El Claustro y la Capilla de San Agustín
La Capilla de San Agustín, que alberga el sepulcro, es un lugar sencillo y solemne, destinado a honrar la memoria de este emblemático monarca.

Su claustro gótico, restaurado en varias ocasiones, ofrece un ambiente de recogimiento y contemplación, con sus arcos apuntados y su atmósfera de calma. Es un entorno histórico y espiritual.





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