


Hoy te invito a explorar un tesoro arqueológico y sentir cómo el pasado cobra vida bajo tus pies.
Cuando Galicia era Celta…
El Monte de Santa Tecla ( o Monte de Sta. Trega en gallego), es un destino imprescindible para cualquier motoviajero debido a sus fascinantes valores arqueológicos, religiosos y paisajísticos. Este monte alberga la citania de Santa Trega, considerada uno de los ejemplos más importantes de la cultura castreña-romana en el noroeste de la península ibérica.
En 1931 El Monte de Santa Tecla fue declarado Monumento Histórico Artístico. Además fue nombrado Bien de Interés Cultural.
ESTO ES LO QUE PODRÁS VER EN TU VISITA
Además de su riqueza histórica, el monte también ofrece un significativo legado religioso, manifestado en los Vía Crucis, el cruceiro de San Francisco y la ermita de Santa Tecla. Para los amantes de las vistas panorámicas, los picos de O Facho y San Francisco brindan inmejorables vistas de la desembocadura del río Miño, Portugal, el océano Atlántico y el valle de O Rosal. Esta guía de mototurismo te llevará a través de los aspectos más destacados de este lugar extraordinario, combinando aventura, historia y naturaleza en una experiencia inolvidable.


Construida en el siglo XII, la Ermita de Santa Tecla, situada en la cima del Pico de San Francisco, es uno de los tesoros históricos y espirituales más importantes de la región. Esta pequeña pero significativa ermita no solo ofrece un refugio espiritual para los visitantes, sino que también alberga dos reliquias de gran valor. El relicario de Santa Tecla, donado en 1951 por el Arzobispo de Tarragona, está hecho de madera recubierta de plata y data de finales del siglo XVIII, reflejando su importancia sagrada. Además, la ermita guarda un fragmento del Lignum Crucis, la cruz en la que murió Jesucristo, donado por el Padre Salvado. Esta reliquia se encuentra en un relicario con forma de custodia sobre un cofre, atrayendo tanto a fieles como a curiosos interesados en esta pieza crucial de la historia cristiana.
El Monte de Santa Tecla no solo es un tesoro arqueológico e histórico, sino también un lugar excepcional para disfrutar de impresionantes vistas panorámicas. Los miradores situados en este monte ofrecen algunos de los paisajes más espectaculares de Galicia, y son paradas obligadas para cualquier motoviajero que desee capturar la belleza natural de la región.
El Monte de Santa Tecla ofrece varios miradores impresionantes para disfrutar de las vistas panorámicas. Destacan el Mirador de Santa Trega, con vistas de 360 grados del río Miño y el Atlántico; el Mirador del O Facho, ideal para ver atardeceres; el Mirador de San Francisco, con vistas del valle de O Rosal y sus viñedos; y el Mirador de A Galería, que ofrece una vista tranquila del Atlántico. Estos miradores son perfectos para la fotografía, el disfrute del paisaje y momentos de serenidad.


El Monte de Santa Tecla es un testimonio vivo de la profunda tradición religiosa y devoción a la mártir de Iconio. Esta devoción se refleja en las numerosas festividades religiosas, como la romería del 23 de septiembre en honor a Santa Tecla y la centenaria procesión del Voto, que se celebra el último sábado de agosto. Durante esta procesión, los fieles recorren las estaciones del moderno Vía Crucis, obra del escultor valenciano Vicent Mengual, que reemplaza al antiguo, de factura mucho más sencilla.




EL TESORO DEL MONTE DE SANTA TECLA
El Castro de Santa Trega, ha sido un sitio de gran importancia desde tiempos remotos. Las investigaciones más recientes han confirmado que este monte fue habitado desde al menos el siglo IV a.C. Durante su apogeo, llegó a ser una de las mayores «ciudades» del noroeste de la península ibérica, albergando una población de alrededor de cinco mil habitantes.
Este asentamiento celta, conocido como la citania de Santa Trega, se desarrolló notablemente antes de ser abandonado entre los siglos I y II d.C. Las excavaciones arqueológicas han revelado una compleja estructura urbana con viviendas, murallas y espacios comunitarios que ofrecen una visión profunda de la vida de sus antiguos habitantes.
Los restos arqueológicos indican que los habitantes del Monte de Santa Trega eran expertos en la construcción y la artesanía, con viviendas circulares de piedra y techos de paja. También se han encontrado numerosos artefactos, como herramientas, cerámicas y joyas, que atestiguan su avanzada cultura y habilidades comerciales.

Los castros solían situarse en lugares estratégicos como colinas, penínsulas o laderas, donde la naturaleza ofrecía defensas naturales. Estas ubicaciones permitían controlar visualmente el territorio y las tierras cultivadas cercanas. Además, los castros estaban rodeados de murallas y otros sistemas defensivos, aunque se cree que estas construcciones no solo respondían a necesidades de defensa, sino también a otros motivos, posiblemente de prestigio o simbolismo.

El castro de Santa Trega es un impresionante poblado castrexo que se extiende por casi 20 hectáreas, aunque solo una pequeña parte ha sido excavada hasta ahora. Este asentamiento, rodeado por un recinto amurallado, cuenta con viviendas distribuidas por diferentes zonas del monte, e incluso en la cima se han descubierto varias estructuras. Con unas dimensiones aproximadas de 700 metros de norte a sur y 300 metros de este a oeste.




El Monte de Santa Tecla alberga vestigios de una ocupación anterior que se remonta aproximadamente al 2000 a.C., como lo demuestran los petroglifos diseminados por todo el monte. Estos grabados rupestres, que se encuentran en diversas zonas, ofrecen un fascinante testimonio de las antiguas culturas que habitaron el lugar antes de la construcción del castro. Curiosamente, muchos de estos petroglifos se encuentran debajo de las viviendas del poblado castrexo, lo que sugiere una continuidad en la ocupación del monte a lo largo de los milenios. Estos antiguos grabados nos conectan con las primeras manifestaciones artísticas de los habitantes de la región, mostrando la importancia espiritual y cultural del monte mucho antes de la llegada de la cultura castreña.

Explorar el Monte de Santa Tecla / Trega no solo te permite caminar por los mismos caminos que pisaron los antiguos celtas, sino también sumergirte en un entorno natural impresionante, con vistas panorámicas que se extienden desde la desembocadura del río Miño hasta las montañas de Portugal y el océano Atlántico. Esta mezcla única de historia, arqueología y paisajes deslumbrantes hace del Monte de Santa Tecla un destino imprescindible para cualquier motoviajero.
Tu Primera Parada !
El Museo Arqueológico de Santa Trega (MASAT) es una visita obligada y te recomiendo que sea tu primer destino al explorar el monte. Este museo proporciona una introducción esencial a la historia y la cultura de la citania de Santa Trega, preparándote para apreciar mejor el castro que se encuentra más abajo en el monte.

Monte de Santa Tecla / Tregra
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EN RUTA
El paraíso existe, yo estuve allí.
El Monte de Santa Tecla, se encuentra en el municipio de La Guardia ( o A Guarda en gallego ), situado al suroeste de Galicia, en la zona más meridional de Pontevedra.
Desde el Interior de la Península
Si vienes desde el interior de la península, toma la autovía Rías Baixas A-52 en dirección a Vigo. Desde Vigo, tienes dos alternativas para llegar a A Guarda:
Desde Portugal
Para los viajeros que vienen desde Portugal, hay varias opciones:
Puentes Internacionales: También puedes cruzar el río Miño por el Puente Internacional que une Valença de Minho y Tui, o el Puente de la Amistad entre Vila Nova de Cerveira y Goián (Tomiño). Desde allí, sigue por la PO-552 o la vía de alta capacidad CG-4.2 para llegar a A Guarda.
Ferry desde Caminha: Puedes cruzar en ferry desde Caminha, lo que te llevará directamente a A Guarda.

Dirección:
Monte Santa Trega
36780, A Guarda, Pontevedra ( Galicia )
Aparcamiento:
Gratuito.
MAPA – Monte de santa Tecla / Trega